Llegamos al aeropuerto, y al final todo paso muy rápido. Veía que se estaba despidiendo ya de sus padres, y que ya se tenía que marchar. Le abracé y besé, y finalmente se fue. No lo podía asumir, sentía un tremendo nudo en la garganta, empezaron a brotar lágrimas de mis ojos, pero me contuve a no llorar. Su madre me abrazó y me dio un beso.
A partir de entonces estuve callada, seria, mirando al infinito; me sentía sola, vacía, como si una parte de mi se hubiera ido...
A partir de entonces estuve callada, seria, mirando al infinito; me sentía sola, vacía, como si una parte de mi se hubiera ido...
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