Una vida de locos

Me siento vacía sin nada que me motive en absoluto, aveces no entiendo para que vine a este mundo sí no tengo nada sólo que mi dolor, mis lágrimas y mis cicatrices y de esas mismas me sobran en este momento. Cae una lágrima y detrás de esa caen millones de ellas, sin poder contenerme siento impotencia hacia mi, hacia mi vida, hacia todo lo que esté al mi alrededor. De nada sirven los supuestos amigos ya que ni ellos ni yo van a poder reparar todo lo que siento. Tengo muchísimo miedo de intentarlo de vuelta porque lo hice y me salió mal como casi todo lo que hago, aveces, en esos momentos en que ya no sabía que hacer cruzaba la calle con los ojos cerrados deseando que un auto me atropelle... Tantas cosas pasan por mi mente pero lamentablemente ninguna buena o nada que sea capaz de cumplir. Estoy cansada de no encontrar nada bueno en mi, un ejemplo es levantarme una mañana mirar mi reflejo en el espejo y decir que linda que estás o me gusta como me queda esto o no sé hay muchas cosas que me gustaría oír de mi misma pero nunca las escuche y creo que nunca las escucharé. Odio mirarme la muñeca y ver sólo cicatrices que demuestran lo débil que soy por no poder soportar los problemas de otra manera más lógica como la gente común hace...

Pero por otro lado...: Tú... eres la única persona capaz de hacerme feliz en cada instante, incluso cuando no me lo merezco. De hacerme sonreír cuando la tristeza se apodera de mi impidiéndome ser feliz, de darme todo el amor y todo el cariño de este mundo, de aguantar todos mis estúpidos problemas y complicaciones sin sentido... Eres capaz de hacer cualquier cosa por mi, al igual que yo, pero la diferencia es que tú lo demuestras cada día, cada segundo que estás a mi lado. Y no logro entender de dónde sacas la paciencia, la voluntad, esa fuerza necesaria para seguir a mi lado cuando yo apenas te doy razones para que te quedes a mi lado. Aveces no me doy cuenta de todo el esfuerzo que haces por mi, de lo importante que puede llegar a ser para mi y de lo poco que te valoro cuando debería hacerte un monumento. 
Me gustaría agradecértelo día a día, segundo tras segundo durante el resto de nuestras vidas. Mientras tanto, te pido que sigas con esa paciencia tuya que tanto aprecio y que te conformes con saber que a pesar de todo, no te cambiaría por nada en este mundo; que aunque me arrepienta de todos y cada uno de los errores que he cometido, gracias a ello me he dado cuenta del miedo tan grande que puedo llegar a sentir por el hecho de pensar que podría perderte; y este es un riesgo que no voy a permitir que vuelva a ocurrir. Sé que no tengo derecho a pedirte que confíes en mi, pero te juro que no te arrepentirás si lo haces, ya que yo confío plenamente en ti. Hay una cosa más que deberías saber... y es que solo tú haces que los latidos de mi corazón tengan sentido, tú eres la única razón por la que vivo.